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viernes, 24 de enero de 2020

Primeras cópulas de Pelodytes ibericus en 2020

Las últimas lluvias de 2019 en el Parque Natural del Estrecho fueron a finales de noviembre y estimularon el celo de los sapillos moteados, haciendo que copularan y pusieran huevos. Desde entonces, permanecían en los alrededores de las charcas esperando nuevas lluvias que les permitieran seguir con su labor reproductora, viendo cómo estas charcas se secaban, llevándose consigo la mayor parte de los renacuajos resultantes de las puestas de noviembre.
Las primeras lluvias de 2020 (las segundas de la temporada reproductora) se han hecho esperar hasta el último tercio del mes y han sido lo suficientemente abundantes como para volver a llenar las charcas que estaban a punto de perderse, salvando así la vida de las larvas supervivientes de las puestas anteriores.
Numerosos machos cantan desde la orilla de las charcas, escondidos bajo piedras, dentro de tubos de drenaje y evacuación de aguas (para aumentar la resonancia de su canto), desde dentro del agua e incluso desde debajo del agua. Se escuchan cientos por todo el campo y se observan decenas, la mayoría cerca o dentro de la charca principal. Otros cantan en los pequeños charcos formados por las huellas del ganado doméstico del lugar y otros simplemente permanecen en sus refugios.
Se observa una cópula de unos ocho machos con al menos una hembra. También se observa una puesta actual y renacuajos con 2 meses de edad, algunos en avanzado estado de desarrollo, observándose los miembros posteriores ya formados en algunos ejemplares.

Esperemos que las lluvias se mantengan durante más tiempo y doten a las charcas y arroyos de la cantidad de agua suficiente para que estos necesarios animales completen su ciclo vital, así como el resto de anfibios, tan necesitados en estos tiempos, de charcas que reúnan las condiciones óptimas para su reproducción.









lunes, 13 de enero de 2020

Letrina de tejón, excrementos y huellas.

En rojo, grupos de excrementos



Los tejones, como sabemos, defecan en letrinas comunitarias repartidas por todo su territorio y que son usadas por varios individuos del mismo clan. Estas letrinas consisten en pequeñas escarbaduras en el suelo donde depositan sus excrementos a lo largo del tiempo, acumulándose gran cantidad de estas deposiciones.

Las letrinas suelen ser relativamente grandes y separadas o como es el caso de estas fotos y vídeo, pequeñas y junto a otras, donde depositan 4 ó 5 excrementos.
Excremento en letrina

Excremento en letrina







Además se acompaña esta breve entrada de algunas fotos de huellas de tejones en sustrato propicio para este tipo de observaciones.
Mano derecha


Mano izquierda

Rastro de tejón al paso
Rastro de tejón al paso
Registro directo







sábado, 11 de enero de 2020

MELONCILLO (Herpestes ichneumon)

Foto: Fran "Alimañas" Solano

MELONCILLO (Herpstes ichneumon)
Orden: Carnívoros
Familia: Herpéstidos
Género: Herpestes
Fórmula dentaria: 3.1.4.2/3.1.4.2.  Número de cromosomas (2n) = 43 (machos) y 44 (hembras).
Foto: Fran "Alimañas" Solano

El meloncillo, también llamado mangosta europea, es una especie autóctona que debido a que es la única mangosta europea, ha servido para que los odiadores de la biodiversidad y la conservación le culpen de invasor para tener la excusa para darles muerte, hasta tal punto que en Portugal es especie cinegética y en España se autoriza su muerte incluso con métodos no selectivos y en cualquier caso no cuenta con la protección que merecen los carnívoros autóctonos ibéricos. Ha experimentado en los últimos años una notable expansión, que, aunque insuficiente para la estabilización de sus poblaciones periféricas, resulta muy esperanzadora. Es el carnívoro más diurno de nuestra fauna, dejándose ver prácticamente a cualquier hora del día y tolerando la presencia humana si se guardan las distancias, de lo contrario huirá tan rápido que parecerá desaparecer en la espesura del matorral para no volverlo a ver. Últimamente en nuestras carreteras han aumentado considerablemente los atropellos de este vulnerable animal, frenando de forma dramática su expansión. Es cierto que el aumento de atropellos se debe (a parte de la falta de pasos de fauna y de limitación de velocidad en puntos negros) al aumento de ejemplares, pero si estos jóvenes meloncillos mueren cuando van buscando nuevos lugares que colonizar, el aumento de ejemplares finalmente no sirve para estabilizar las poblaciones y garantizar la variabilidad genética en un futuro. Es el único carnívoro cuya pupila es horizontal. Es habitual verlos en parejas o en pequeños grupos.
La dieta del meloncillo corresponde a la de un predador oportunista, es decir, preda sobre las presas más abundantes y disponibles en cada momento. Come conejos, roedores, insectos caracoles, aves, setas, frutos, anfibios, reptiles (de ahí su denominación "herpestes"). Es muy carroñero y no duda en comer restos de jabalíes, ciervos, caballos y prácticamente cualquier resto de origen animal. Siente especial predilección por los reptiles y anfibios.


Aunque la mayoría de los partos tienen lugar entre mayo y septiembre, se cree que el celo dura todo el año y por tanto los partos pueden darse igualmente durante todo el año. La gestación dura entre 72 y 88 días y el número de crías varía entre 2 y 5. La madurez sexual se alcanza al segundo año de vida, y son animales relativamente sociables,por lo que es habitual que las crías continúen con su madre y hermanos durante bastante tiempo.
Meloncillo matado por perros
Su hábitat son zonas de matorral denso donde se desenvuelve con facilidad y sigilo. La zona de lentisco y labiérnago abundantes son idóneas para establecer sus territorios. También siente cierta predilección por zonas húmedas y ecosistemas semiacuáticos donde puede encontrar un gran número de presas como anfibios o cangrejos. Es muy habitual que los meloncillos compartan territorio con clanes familiares de tejones, incluso que compartan la misma tejonera,  ya que los meloncillos, aunque descansan en madrigueras, no las excavan, sino que ocupan  las de otros animales.
Sus predadores naturales son especialmente el lince y ocasionalmente puede ser presa de otros carnívoros o rapaces de porte grande.